domingo, 20 de diciembre de 2015

Mensaje de Navidad






Uno de los Angeles Guardianes que flanquean el Altar en el templo del Santísimo Sacramento,
en Buenos Aires

jueves, 19 de noviembre de 2015

La casa de enfrente


                                       Fue y para mi siempre será la casa de Etcheverry.
 Me gustaba recorrer sus amplios patios y explorar los fondos que se extendían hasta la calle trasera ...y las tortugas ...y las tardes de verano, cuando sacaban los sillones de mimbre a la vereda y cruzaba a saludar  a Doña Jerónima y sus hermanas Clelia y Delia, mi maestra de segundo grado ...

domingo, 1 de noviembre de 2015

La Escuela Nº 132







En la última manzana del pueblo de Arenaza y en la esquina que formaba la Calle Principal con el camino a Lincoln se situaba la casa, que en mis tiempos de niña, alojaba a la Escuela Nacional Nº 132. Una construcción sencilla, de ladrillos sin revocar, como muchas de las casas del pueblo...

sábado, 26 de septiembre de 2015

La memoria del agua






La memoria del agua
" como recuerdo de infancia, en el borde del viejo casco de Mitikile, cerca de los galpones de la cabaña, aparecía el esqueleto de un bote, que en su momento (décadas 10/20) utilizaban para ir hasta Arenaza. Posteriormente ciclos de menores lluvias hicieron que la laguna se redujera a un ojo de agua y el viejo bote pasara a ser refugio y nidal de un grupo de gansos. Recién con algunas inundaciones, sobre fines de siglo, ese sector del campo retomó su condición  de laguna, aunque fue  para nosotros y así siempre la llamamos, la Laguna de Mitikile. (de Francisco Guillermo Sinclair)

sábado, 22 de agosto de 2015

Los territorios de la infancia


Los territorios de la infancia 






...Los sábados por la tarde, en los días soleados del invierno, con mi papá y mi hermano caminábamos haciendo equilibrio sobre los rieles,  hasta el "paso a nivel ", distante a unas diez cuadras de la Estación. Llevabámos una provisión de mandarinas que luego comeríamos viendo como hileras de hormigas, rigurosamente ordenadas
cargaban con pequeñas trozos de cascaritas. Al regreso recogíamos trozos de carbón y verbenas que con su color rojo aterciopelado resultaban muy atractivas, pero de lozanía  efímera ...

El FFCC del Oeste
 La estación era un lugar muy importante, estábamos muy ligados a los trenes, sus horarios regulaban las actividades del día.
 ¿Ya pasó el diesel? nos ubicaba en la hora. El tren coche motor que hacía un recorrido mas corto y nos acercaba ida y vuelta en la misma jornada, a la ciudad próxima. O el nocturno, a la ciudad de Buenos Aires. 
Algún día la dibujo ... y le llegó su hora

"El viejo tanque de agua"
En este lugar se detenían las locomotoras  a cargar agua para  sus calderas y así generar vapor. El molino alimentaba al tanque y una manga de tela  conectaba con el  tren. Al llegar la máquinas Diesel, tanque y molino quedaron fuera de uso. Ya no corren los trenes a vapor, ni los Diesel, ya no hay restos de carbón en las vías, ya el letrero que identificaba la estación, no indica nada,  y el viejo molino, con sus aspas "desplumadas" y  sus inseparables amigos, son mudos testigos de otros tiempos.
Y otros tiempos en los que en vacaciones solía andar por allí, y comprobar  la lección elemental de la Perspectiva  (recién aprendida)  al registrar en el papel  las vías que se juntan en el lejano horizonte ...

viernes, 22 de mayo de 2015

Una publicación


Gracias CPAU!, gracias Croquiseros Urbanos de Buenos Aires!

Mayo 2015    













"Hay que dibujar para empujar al interior de uno mismo lo que se ha visto y permanecerá escrito de por vida en nuestra memoria ".

He dibujado desde siempre, desde que recuerdo, desde que copiaba las imágenes de los catálogos de Harrods, allá en mi pequeño pueblo de las "pampas planas".
Hoy dibujo junto a un grupo, los "Croquiseros Urbanos de Buenos Aires", y no es raro que a mi lado encuentre a un ex alumno, que como corresponde ha superado a su profesor,  lo que me complace.
Quizás subyace en mí un profundo amor a la tierra, y por eso mi mayor placer es dibujar aquello que llamo "vestigios del campo en la ciudad".
El hoy "Museo de Arte Español Enrique Larreta",  la casa que el escritor  reconstruyó con una mirada romántica a la antigua España, es un verdadero remanso, un oasis  verde en el barrio de Belgrano.
Un follaje variado, con árboles de gran porte, magnolias y palmeras, entre otras especies, autóctonas y exóticas,convive con grandes matas de achiras y hortensias, entre disciplinados setos de ligustrinas.
Un jardín andaluz con sus laberintos de precisa geometría, senderos de ladrillos, fuente, glorieta y esculturas, completan el conjunto.
Dicen, que si en una tarde , uno se demora y  pasea por sus jardines, en el silencio de sus laberintos,
sólo interrumpido por el arrullo de las palomas, cree escuchar aquel valsecito criollo:

..."Si falta el romántico vals
aquel que la abuela bailaba feliz
casona de reja y jazmín
aljibe y retama
con cielo de añil "...





martes, 12 de mayo de 2015

Pasteles y colores ...


Un día estaba mirando, así distraidamente, y mis ojos se posaron en un cartoncito que uso de paleta para los pasteles. Recibían la luz de una ventana y esas manchas me parecieron copas de árboles...


Paleta


Imagen digitalizada e intervenida por éste método

jueves, 26 de febrero de 2015

Un cuento en cinco imágenes ...


."La Sombrillita que parecía tímida"

...."Había una vez ... (todos los cuentos comienzan así, y este es un cuento) una Sombrillita en una playa, en una tarde ventosa. Estaba junto a otras sombrillas todas iguales, pero  ella se había apartado del pequeño grupo, no por timidez, estaba cansada del parloteo vano de ellas (que si sus lonas eran mejor a bandas horizontales, o verticales, que el viento, que la arena ...)
Despacito se fue alejando, apoyada en la mesita playera, y ayudándose con sus patitas.
 Y de pronto lo vió, de la  mano de un niño, ahí estaba el Globo Rojo ....A la Sombrillita le gustaban los Globos Rojos, nunca había tenido uno atado a su mástil...Rápidamente, todo lo que podía, se olvidó de sus compañeras y trató de acercarse.
Pero un ráfaga  separó el globo de la mano del pequeño, y el  globo Rojo comenzó a volar. La Sombrillita, no lo pensó más, le pidió ayuda al Pampero (era un día ventoso) Este, su amigo de tantos días allí en la playa,  le dió un fuerte impulso y así comenzó su vuelo. Pasó por encima de la rompiente, la espuma la rozó pero no le importaba. Estaba feliz, en libertad,  iba en pos de su tesoro. Más he aquí que el globo era muy liviano, con su cuerpo de aire, y ascendía rápidamente. La Sombrillita, aunque más pesada, se sentía liviana apoyada en los brazos del
pampero. Casi lo alcanzó y durante un tiempo danzaron juntos en el cielo. Luego el globo presa de alguna corriente se fue alejando, hasta que  no lo vió más.
Así la Sombrillita siguió volando, la llevaban los vientos alisios y los contralisios, en los días diáfanos, en las tempestades, en las noches teñidas de añil....
La Sombrillita nunca volvió a la tierra. Sigue buscando a su Globo Rojo. Yo no  he sabido de ella, aunque  he oído decir que la han visto acercarse a las playas, si llega a pasar por allí algún vendedor de globos ...
 "Y colorín colorado, este cuento se ha acabado "



                                                                    Imagen inicial 
El niño con su Globo rojo
  La Sombrillita y el Globo emprenden vuelo
                                              La Sombrillita vuela sola en la noche
 
                                                               El vendedor de globos

domingo, 1 de febrero de 2015

Por la calle Malasia



En mi ruta para San Benito, la callecita que fue Arribeños, 
hoy Malasia, tan sólo una cuadra
Mañana de Domingo, verano, las cigarras afinan sus violines,
luego un "fortísimo" sostenido

La  casa amarilla 

Un "chalet" que conserva su revoque tradicional 
y al lado una invasión de hiedra y dos portones rojos

viernes, 9 de enero de 2015

Le Petit Prince ...un dibujo digital


.....y miré sin hablar los pliegues que la arena formaba bajo la luna.
—El desierto es bello —añadió el principito.
Era verdad; siempre me ha gustado el desierto. Puede uno sentarse en una duna, nada se ve, nada se oye y sin embargo, algo resplandece en el silencio...


de " El principito " de Antoine de Saint- Exupery